25 marzo 2011

Desarrollo de las Sesiones Individuales

“Las manos son el cable para recargar la batería de la vida.”
Se utiliza las puntas de los dedos, la palma o el dorso de la mano, según sea más apropiado, confortable y conveniente en el momento de la aplicación.
No es necesario aplicar mucha presión, frotar o masajear, simplemente se aplica las manos sobre las diferentes zonas a tratar durante unos minutos.
Duración del tratamiento:
Una sesión de Jin Shin Jyutsu proporciona unos 60 minutos de bienestar y relajación, además de tener un efecto muy positivo en nuestra salud.
La periodicidad para realizar el tratamiento depende de la persona que recibe la sesión, depende de su estado de salud, de sus inquietudes y de lo que desea conseguir con el tratamiento, por ello es mejor valorarlo directamente entre la persona y la practicante formada.

Práctica del Jin shin Jyutsu


Jin Shin Jyutsu se sirve de 26 cerraduras energéticas de seguridad situadas a cada lado del cuerpo, sobre los circuitos energéticos que alimentan el cuerpo de energía vital.
Cuando una o más de estos circuitos se bloquean, el estancamiento de energía puede provocar  una desarmonía en alguna parte del flujo o en su totalidad, y aquí es cuando aparecería el dolor  o la desarmonía.
Estas cerraduras se “cierran” cuando abusamos de nuestro cuerpo. El individuo puede desarmonizar su cuerpo de diversas formas: cuestiones genéticas, mediante una alimentación incorrecta, al identificarse con emociones negativas, el medioambiente que rodea a la persona, llevar una vida muy sedentaria, ect…
Tratando estos cierres energéticos de manera eficiente, podemos activar y recuperar el buen funcionamiento de nuestro equilibrio físico, mental y emocional.
Este arte suave se practica con la punta de los dedos, la palma de las manos e incluso con el torso de la mano.
Jin Shin Jyutsu nos permite ayudarnos a nosotros mismos y a otras personas a mantenernos saludables, felices y joviales.

12 marzo 2011

UN ARTE OLVIDADO


Jin Shin Jyutsu es un antiguo arte Japonés de armonización de la energía vital del organismo.
Sin una regulación y una escuela que lo mantuviera, el Jin Shin Jyutsu se había transmitido oralmente de generación en generación durante siglos. Durante generaciones pasó de maestro a discípulo, hasta que este arte quedó relegado y perdido.
A principios del siglo XX el Maestro Jiro Murai lo rescató y transmitió nuevamente, después de que él mismo se recuperara totalmente de una grave enfermedad, utilizando este arte y decidiera dedicar su vida al estudio y desarrollo del Jin Shin Jyutsu. Más tarde Jiro Murai  transmitió y compartió dichos conocimientos con Mary Burmeister, quién lo llevó a EEUU en 1954. Y desde principios de los años sesenta Mary Burmeister empezó a enseñar este arte, divulgándolo por todo el mundo, habiendo en la actualidad miles de practicantes en todo el mundo.